Han pasado 50 años desde que Vinicius de Moraes y Tom Jobim escribieran Garota de Ipanema, pero la mujer que inspiró la segunda canción más interpretada del mundo sigue manteniendo la "belleza y la gracia" de la que surgió la letra.
Es Heloísa Eneida Menezes Paes Pinto, conocida como Helô Pinheiro. En Brasil es una celebridad: ha presentado programas de televisión, aparecido en telenovelas y hasta posado en la revista Playboy en dos ocasiones.
"Yo pasaba y ellos me silbaban y me decían: 'oye, bonita, venga aquí', bromeaban conmigo. Yo era muy tímida pero me sentía halagada y hasta ponía una postura mejor"Helô Pinheiro
¿Pero quién era exactamente la joven a la que Vinicius de Moraes y Tom Jobim veían pasar en 1962 de camino a la playa de Ipanema y que, según escribieron en su canción, sólo con su forma de caminar hacía que "el mundo enterito" se llenase de gracia?
En aquella época, Helô Pinheiro era una joven de clase media que vivía con su madre en Ipanema y acababa de comenzar su carrera como profesora de primaria en un colegio de las afueras de Río de Janeiro.
Y como todos los chicos de su entorno, pasaba buena parte de su tiempo libre en las arenas de Ipanema, un barrio que en los años 60 tenía fama de ser el más cosmopolita y bohemio de la ciudad.
Para llegar a la playa, Helô pasaba por delante del bar Veloso (hoy Garota de Ipanema) que frecuentaban algunos intelectuales como los músicos Tom Jobim y Vinicius de Moraes.
"Yo pasaba y ellos me silbaban y me decían: 'oye, bonita, venga aquí', bromeaban conmigo. Yo era muy tímida pero me sentía halagada y hasta ponía una postura mejor", reconoce.
De Ipanema a Nueva York
Esos movimientos al caminar, junto con su piel bronceada, sus ojos verdes y su esbelta figura le sirvieron a Vinicus de inspiración para dar forma a la letra de una canción que ya había comenzado pero no le acababa de convencer y a la que Tom puso la música.
En agosto de 1962, los músicos tocaron por primera vez la canción en público en un bar de Copacabana junto con el cantante y guitarrista João Gilberto.
La primera grabación comercial llegaría en 1963 y un año más tarde, una versión en inglés grabada por Astrud Gilberto en Nueva York se colocó en los primeros puestos de las listas de discos más vendidos. En Estados Unidos, la melodía de la chica dorada por el sol de Ipanema se codeaba con los éxitos de los Beatles.
Pero mientras la canción que había inspirado sembraba el éxito a nivel mundial y muchas jóvenes cariocas decían ser las musas de Vinicius de Moraes y Tom Jobim, Helô Pinheiro seguía con su vida normal.
"Para ella hicimos con todo el respeto y encanto el samba que le puso en los titulares de todo el mundo e hizo de nuestra querida Ipanema una palabra mágica para los oyentes extranjeros. Ella fue y es para nosotros el paradigma de las jóvenes cariocas; la chica dorada, mezcla de flor y sirena, llena de luz y de gracia."fotógrafo que había hecho unas fotos mías para la portada de una revista me dijo que estaba en el bar y Tom y Vinicius le contaron que habían hecho una canción para mi", asegura Pinheiro.
Y eso pasó en 1965. Vinicius de Moraes firmó una declaración en la revista Manchete en la que con su pluma poética ponía nombre y apellidos a la ya mundialmente famosa chica de Ipanema de la que dijo tenía "un balanceo similar al del samba cuya fórmula se le escaparía al propio Einstein".
En ese momento, comenzó la amistad de los músicos y su musa, y Helô se convirtió en un símbolo de Ipanema.
"Mi vida cambió en el sentido de que empezaron a buscarme más para dar entrevistas pero financieramente no porque nunca quise nada de la música (...) Pienso que es un regalo y los regalos no se cobran", explica Pinheiro quien reconoce que en lo que sí que le ayudó la fama es en que le surgieron más oportunidades de trabajo .