CARTA MAGNA

¿Qué tienen que hacer PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos para cambiar la Constitución de 1978?

REPASAMOS EL PROCESO QUE HAY QUE LLEVARSE A CABO PARA CAMBIAR LA LEY FUNDAMENTAL ESPAÑOLA

Madrid.- La reforma de la Constitución de 1978 está más cerca que nunca. Tanto PP como PSOE, Ciudadanos y Podemos quiere cambiar alguna parte de la Carta Magna española. Pero, ¿qué proceso han de seguir para conseguirlo? Lo más importante, sin duda, es que no puede cambiarse a capricho de unos pocos, por lo que el consenso entre partidos es parte fundamental.

Es en el Título X, en los artículos del 166 al 169 donde se contempla una reforma de la Constitución, que puede hacerse por dos vías diferentes que comparten, no obstante, un carácter rígido: procedimiento ordinario y procedimiento agravado. Cada uno de ellos responde a una serie de títulos constitucionales, el primero, referido a cuestiones más simples y el segundo a aquellas que afectan directamente a la organización y estructura del Estado.

El procedimiento ordinario arranca con la proposición por parte del Gobierno, el Congreso o el Senado y ha de ser aprobado por tres quintos de cada una de las cámaras, lo que supone la aprobación de 35 diputados y 25 senadores.

El procedimiento agravado es mucho más complejo. Referido a los primeros títulos de la Constitución, requiere referéndum y se refiere a los derechos fundamentales y la organización del Estado. En este caso, la reforma debe ser aprobada por dos tercios de cada Cámara. De aprobarse, las Cámaras serán disueltas y deberán convocarse elecciones. Los nuevos representantes deberán dar luz verde a la reforma con mayoría simple en el Congreso y mayoría absoluta en el Senado. Después, como sus antecesores, tendrán que aprobarla por mayoría de dos tercios en ambas Cámaras. Una vez aprobada, deberá ser sometida a referéndum.

La mayoría de partidos abogan por reformar la Constitución únicamente mediante procedimiento ordinario, siendo más fácil poner de acuerdo a solo parte de las Cámaras, ya que el agravado implica dos consultas y un procedimiento mucho más largo y tedioso, además de a dos legislaturas diferentes. La única ocasión en la que el Gobierno ha estado más cerca de llevar a cabo este proceso fue tras conocerse el segundo embarazo de la Reina Letizia. Y es que la primacía del hombre sobre la mujer para heredar la corona hubiera supuesto que, de haber nacido un niño, la princesa Leonor no hubiera sido futura Reina.

Dada la complejidad del mismo, la mayoría de reformas propuestas por PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos podrían solventarse con un procedimiento ordinario que, no obstante, ya les haría tener que ponerse de acuerdo, como en su día hicieron Zapatero y Rajoy para ampliar el techo de déficit.